5 de agosto de 2005

Fuentes

Trato de desmenuzar los motivos de por qué soy como soy. Un ejemplo: me parece que el dinero no es una de mis preocupaciones prioritarias; por contra, la percepción de comunidad, de pertenencia grupal, sí quepuede considerarse una de mis características. Aunque todo esto no son más que sandeces de agosto, lo cierto es que, rastreando en ello percibo un detalle que me ayuda a desentrañarme. En mi casa siempre era difícil reunirnos a los cuatro a la mesa. Pero en las esporádicas ocasiones en que eso ocurría, la comida se servía en grandes fuentes, de las que cada uno cogíamos la porción o la palada que más nos convenía. Muchas veces pinchábamos directamente de la fuente, conjurando un ritual que suponía dejar salir el tenedor del vecino antes de lanzarse a por el trozo propio. Por eso siempre me han dado un poco de lástima esas familias en las que los platos se sirven en la cocina y donde cada uno tiene su ración asignada. Alienación doméstica, pienso yo.

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