14 de noviembre de 2005

La cuerda floja


A menudo nos damos de bruces con el temido gazapo. Ese personaje ladino que pulula por las redacciones y que te la clava cuando menos te lo esperas; cuando las prisas y la improvisación te invitan a bajar la guardia, y acaban jugándote una malísima pasada. Y nadie se libra. Pero...

...En esto del periodismo malo es cagarla (y si no que se lo digan al incauto redactor), pero peor es mofarse del deslíz ajeno y tropezar en plena mofa.
Caminamos por la cuerda floja, ya lo sé. Pero esa circunstancia debiera obligarnos a vigilar cada paso. A no cruzar pasillos a tientas. A ser cautelosos, coño. Mala lección la que ha dado Periodista Digital. Es pura anécdota, pero revela lo peligrosos que son los medios. Los carga el diablo.

Una de las novedades más positivas de la generalización de los blogs y de los medios digitales es que, entre todos, estamos creando un nuevo tipo de lector exigente y siempre atento, vigilante. Y, además, con posibilidad de cantarle las cuarenta al plumilla de turno que se olvidó de calzarse los pies de plomo para deambular por la cuerda floja de esta actualidad cabrona. Más ojo.

PD2: A estas alturas (16:10 h), Periodista Digital ya ha sustituido el titular erróneo. Por una vez he sido previsor y he pillado el pantallazo. Se siente.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

mu weno el pantallazo