Neng hambriento

Un grupo de inmigrantes que llegó en patera a Fuerteventura saludó a la Guardia Civil con '¿Qué pasa Neng?'
AGENCIAS 9 de septiembre de 2005
Una patera con 39 inmigrantes subsaharianos fue interceptada el jueves por la Guardia Civil al sur de Fuerteventura, informaron fuentes del instituto armado.
Todos los inmigrantes se encontraban en buen estado de salud a su llegada esta noche al puerto de Gran Tarajal, a excepción de uno de ellos, que tuvo que ser atendido por efectivos de la Cruz Roja porque sufría mareos.La embarcación fue detectada a últimas horas de la tarde por el sistema de vigilancia de las costas canarias, SIVE, y poco después fue interceptada por una patrullera de la Guardia Civil y una embarcación de Salvamento Marítimo.A su llegada al puerto de Gran Tarajal, sobre las 21:00 horas (local) todos los inmigrantes fueron desembarcados y un grupo de ellos, al ver a los fotógrafos y cámaras que les aguardaban, sonrieron y dijeron: "Qué pasa, Neng", en referencia a la frase que pronuncia un personaje del programa de televisión "Buenafuente", informaron testigos presenciales de su llegada.Los inmigrantes fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Gran Tarajal para su identificación y posteriormente fueron conducidos al centro de internamiento de extranjeros de El Matorral, en Puerto del Rosario, la capital de Fuerteventura.Precisamente hoy, un grupo de la Gendarmería real marroquí visitó las instalaciones y embarcaciones que la Guardia Civil dispone en Corralejo (Fuerteventura) para combatir el tráfico ilegal de personas entre las costas del norte de Africa y Canarias.La visita se realizó en el marco de los acuerdos de colaboración entre España y Marruecos contra la inmigración irregular para que patrullas conjuntas de la Guardia Civil y de la Gendarmería marroquí rastreen las rutas marítimas utilizadas por las mafias que traen en pateras a ciudadanos africanos hasta las costas canarias.

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Joder: me supera el mundo globalizado y asquerosamente capitalista. Un ser humano, cualquiera, no tiene más horizonte vital que sobrevivir hoy y reponer fuerzas para intentarlo mañana. Y, sin embargo, tiene acceso a la caja tonta. Somos capaces de exportar al Neng, pero no vemos el modo de hacerle llegar a esa gente que se muere de hambre un trabajo digno con el que ganarse la vida y disponer de un plato caliente. Ellos sueñan con podernos limpiar los zapatos y nosotros sólo acertamos a quejarnos de lo aburrida y soez que está la tele últimamente. Menos mal que algo nos une, aunque sea el Neng.