3 de noviembre de 2005

Aunque la mona

A vestirse según la NBA
BBC Mundo
La introducción de un nuevo código de vestir para los jugadores de la NBA ha provocado controversia en los días previos al comienzo de la temporada, que arranca este 1 de noviembre.
Varias de las estrellas de la liga declararon que es un ataque contra la cultura negra estadounidense, ya que prohíbe las prendas asociadas al rap. El jugador del Filadelfia, Allen Iverson, ha sido uno de las voces críticas. "No creo que es bueno para la liga - La hace ver un tanto falsa".
Sin embargo, el comisionado de la NBA David Stern no se ha mostrado dispuesto a cambiar su posición.
"Algunos de mis propietarios (de equipo) son raperos, pero ellos se visten de forma diferente. Hip-hop no significa descuidado".
La prohibición incluye el uso de audífonos, cadenas, pantalones cortos, camisas sin mangas, lentes de sol en sitios cerrados, camisetas y gorras de béisbol, entre otros.
Stern dijo que le sorprendería si la medida provoca suspensiones. "No nos vamos a volver locos. Sólo queremos que nuestros jugadores se vistan bien".
Cuestión de imagen
Sin embargo, Iverson atacó el uniforme casual-elegante. "Los jugadores que se ponen esa ropa no quieren usarla", aseguró. "Todos estos jugadores tienen personalidades distintas. Todos tienen su propio estilo y es simplemente injusto quitarles eso". "(La medida) está dirigida a tipos que se visten como yo, que se visten con ropa de hip-hop. Un asesino con saco, sigue siendo un asesino. Esto manda el mensaje errado a los muchachos".
El jugador de los Indiana Pacers, Stephen Jackson, fue más allá calificando la medida como "racista".
Stern espera que el nuevo código de vestir se cumpla en las apariciones públicas, incluyendo la llegada y la salida de las canchas y la presencia en el banco sin uniforme. "La manera de conseguir una suspensión es rechazarla de plano... Los equipos serán responsables de aplicarla. Estamos tomando en cuenta el espíritu de la ley, no su cumplimiento al pie de la letra".
La decisión de introducir el nuevo código tiene que ver con los problemas de imagen que sufrió la NBA el año pasado con la pelea entre jugadores y aficionados en un encuentro de los Indiana Pacers y los Detroit Pistons y la caída en los "ratings" de televisión.


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Me arrimo aquí después de varios días sin escribir. Hoy es lunes, 7 de noviembre. Hoy han mostrado el rostro abortargado de la infanta Leonor. Hasta la saciedad, como prescribe el tópico. Es mona, tiene cara de simpática. Es borbón. Avisé, lector improbable. El bombardeo ha durado una semana, y lo que le queda. Tú te lo has buscado, supongo. Espero.

En fin. Escribo todo esto (en medio de los delirios intelectuales que provoca dormir poco y trabajar frenéticamente cuando no se está acostumbrado a ninguna de esas circunstancias) dentro de este post porque me prometí a mí mismo que dejaría dicho algo sobre este asunto de la ropa en la NBA. Se nos antoja el tema este del obligado decoro baloncestístico como ese uniforme alienante de los colegios de pago de nuestra infancia (cada vez más remota). Obligaciones carcas. Los jefes del baloncesto norteamericano justifican la medida apoyándose en el lavado de imagen. La imagen de uno no se inmacula de la noche a la mañana, corbata y gomina mediante. Los más lustrosos chorizos se camuflan bajo emidiostucchis y medias sonrisas de cortesia. Los chorizos de despacho y blackberry son sigilosos, de guante blanco. Huyen de la parafernalia del hip-hop, de las canchas deportivas y del Congreso de los Diputados; lugares todos bulliciosos, herederos del circo romano. Aunque la mona se vista de seda, sigue siendo una mona rancia, deslenguada y artera. Sigue buscándote la espalda para apuñalarte. Qué estupidez los uniformes. Qué estupido aquél que confía en disfrazarse de lo que no es. Qué cabrón ese otro que te obliga a vestir como dios manda. Dios, dicen quienes le han visto, lleva una larga barba descuidada y viste una túnica. No corbata.

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